Es importante hacer de la autenticidad y la honestidad el estándar para la cultura relacional. Les cuesta confiar en alguien solo porque está a cargo. Necesitamos ganarnos el derecho a influirlos y guiarlos a través de un liderazgo que abraza la vulnerabilidad.

  1. Crear conexiones reales.

Valoran el ambiente familiar. El trabajo, la familia y las relaciones sociales están todos entrelazados, así que debemos asegurarnos de que el entorno laboral sea experiencial y familiar. Todo está conectado.
Aprecian el tiempo cara a cara, la retroalimentación y la interacción. Se sienten cómodos trabajando en equipo, aportando de su unicidad y colaborando en proyectos y equipos multidisciplinarios.

Crear conexiones fuera del tiempo de trabajo es clave. Muchos Millennials ven el lugar de trabajo como una plataforma para actividades sociales. Las amistades y conexiones que se extienden fuera del lugar de trabajo crean un mayor compromiso y un mayor nivel de conexión y eficiencia dentro del lugar de trabajo.

Es importante hacer de la autenticidad y la honestidad el estándar para la cultura relacional. Les cuesta confiar en alguien solo porque está a cargo. Necesitamos ganarnos el derecho a influirlos y guiarlos a través de un liderazgo que abraza la vulnerabilidad.

  1. Empoderarlos

Debemos mirarnos a nosotros mismos como entrenadores. Los Millennials trabajan mejor en equipo y no en una jerarquía. Y definitivamente prefieren ser mentoreados en lugar de ser supervisados a través de la micro gestión.

Tienen hambre por la mentoría, el tutoreo, el aprendizaje y el discipulado. Están interesados en la transferencia de sabiduría generacional más de lo que nos imaginamos.

Una manera sencilla de ser un entrenador para ellos es enfocarnos en el empoderamiento.
Explicamos los objetivos, proporcionamos una estructura básica y luego les damos libertad para encontrar soluciones. Se adueñan de los proyectos cuando se sienten responsables, y cuando sienten que tienen la autoridad que viene con esa responsabilidad.

Involúcralos en proyectos que no solo sean críticos para la misión, sino que también creen oportunidades para el aprendizaje y el desarrollo personal.
Entrénalos y aliéntalos. Quieren ganar sabiduría a través de la experiencia. Ve con ellos en el viaje; no les digas simplemente qué hacer. Crea oportunidades para tiempos de calidad. Quieren ser guiados por el ejemplo y no solo por las palabras. En muchos casos, los líderes más jóvenes están mucho más abiertos al aprendizaje que muchos líderes mayores.

  1. Darles un verdadero sentido de propósito.

Los Millennials son más felices y más comprometidos en lo que hacen, cuando sienten que están haciendo una diferencia con sus vidas.

No están interesados en trabajar para una personalidad. No están interesados en trabajar largas horas para construir un reino temporal para una persona, pero están dispuestos a esforzarse por una causa y una visión más grande que ellos mismos.

No están tan interesados en “subir en la escala corporativa”, sino que están más preocupados por hacer una diferencia y dejar su marca.

Muchas personas invierten sus vidas en trabajos que no disfrutan por el solo hecho de no querer tomar riesgos persiguiendo los sueños que Dios puso en ellos, o simplemente porque tienen buenos beneficios, pero viven vidas vacías y sin sentido. Los millenials no están dispuestos a negociar esto. Mas importante que la posición y los ingresos es sentir que están entregando sus vidas por una causa que vale la pena.

La justicia social y la compasión son motores movilizantes que proporcionan sentido. La causa es importante. Necesitan saber que a través de su trabajo, su esfuerzo y su contribución pueden hacer la diferencia en la vida de otros. La asociación, la colaboración y la generosidad son el lenguaje que hablan e interpretan.

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